Planes para el fin de semana

Mujer: ¡Uff! ¡Por fin es viernes! Esta semanita ha sido muy dura.

Marido: La mía también, cariño, no te creas. Pero, bueno, ahora toca relajarnos y divertirnos. ¿Qué te apetece hacer esta tarde?

Mujer: Pues, no sé... ¿Tal vez ir al cine? Me han dicho que la película que están poniendo en el cine Rialto es buenísima. Es un drama sentimental.

Marido: Ya. O sea, una bomba lacrimógena.

Mujer: Puede ser, pero cuando tú quieres ver películas de terror, aunque no es lo mío, yo te acompaño. ¿Tienes tú alguna otra idea?

Marido: Pues, mira, hay un concierto de Los intrépidosDie UnerschrockenenLos Intrépidos en el café-cantante Noches Blancas. Esa banda me encanta. Con su música tienes que mover el esqueleto obligatoriamente.

Mujer: Vale, vale, pero yo tengo ganas de un poco de tranquilidad hoy.  El concierto lo podríamos dejar para mañana. Hoy podríamos salir a cenar y luego ir al cine.

Marido: De acuerdo. La verdad es que una buena chuleta de cordero no me vendría nada mal.

Mujer: Y a mí un buen filete de ternera. ¿Vamos a ese restaurante que han abierto hace poco en la plaza? Tiene muy buena pinta.

Marido: Ya. Pero también tiene pinta de ser carísimo. Yo preferiría ir al Torreón. Ese ya lo conocemos bien y siempre que hemos comido allí, hemos salido satisfechos. ¿O no?

Mujer: Sí, tienes razón, y no es caro. Entonces al filete y después a por esa buena peli.

Marido: Yo diría al revés. No sea que con la barriga llena me quede dormido con tu “buena peli”.

Mujer: Tranqui, cariño, que ya verás que te va a encantar.