Escribo desde un país que enorgullecerse destolz sein aufse enorgullece de ser el corazón de Sudamérica. Y, claro, como todo corazón que preciarse de talals solche/s etwas auf sich haltense precia de tal, así como sabe arder de pasión, Bolivia sabe arder de pesar(fig.) vor Kummer brennen/glühenarder de pesar. Bolivia es un país que latir al compás de...im Takt von ... schlagenlate al compás de las tormentas políticas y sociales que, de tanto en tanto, llegan virulentas para recordarnos que aún hay mucho por construir, que aún hay deudas históricas por saldar (deudas)(Schulden) begleichensaldar, que aún hay una patria por erigirerrichten; aufbauenerigir.
La más reciente crisis en Bolivia así lo ha dejado establecido. Después de 14 años en el poder, la administración del presidente Evo Morales, el primer boliviano de raíces indígenas en llegar al poder, llegó de forma abrupta a su final en noviembre de 2019, después de más de 20 días de movilizaciones ciudadanas que surgieron tras las elecciones presidenciales de octubre, marcadas por irregularidades. ¿Golpe de Estado gestar(hier) ausarbeiten; betreibengestado por la derecha? ¿Movimiento ciudadano en defensa de la democracia ante el el fraude electoralWahlbetrugfraude electoral montado por el partido del Gobierno? Estas son preguntas que aún hoy dividen a los bolivianos y a la comunidad internacional.
Lo cierto es que la decisión de Evo Morales de estirar hasta los extremos los cordones democráticos para lograr mantenerse en el poder terminó por desencadenar una crisis que se saldó con más de una veintena de muertos, la salida de Morales del país, la la irrupciónHereinbrechen; Einführungirrupción de un gobierno transitorio –a cargo de Jeanine Áñez Chávez– y una convocatoria a nuevas elecciones, que se realizarán en mayo de 2020. Recién la presidenta interina anunció su candidatura a la presidencia de la república, lo que ha dividido aún más a la oposición y puesto en peligro la ya amenazada democracia boliviana. Mayo está ante las puertas. Todo dependerá de lo que diga el pueblo en las urnas. Sin embargo, estas líneas no han sido pensadas para reflexionar sobre la situación política y social.
Pasa que Bolivia es mucho más que los el contubernioZusammenwohnen; (hier) Intrigecontubernios por el poder que llegan a los titulares de la prensa internacional. Este corazón de Sudamérica atesoraransammeln; in sich vereinenatesora maravillas naturales incomparables que todavía se mantienen desconocidas para muchos. Y si bien sería imposible hacer un recuentoaufzählenhacer un recuento de todas las joyas turísticas de Bolivia, vamos a mostrarles algunos de los destinos que, aunque no están en la oferta de las grandes agencias turísticas, a mi modo de ver, deberían estar en la agenda de todo amante de los viajes y de las aventuras. Emprendamos este recorrido imaginario que nos llevará desde el Altiplano hasta la Amazonia boliviana.
La Paz vista desde el cielo
La Paz es la sede del Gobierno boliviano y la segunda ciudad más poblada de Bolivia, detrás de Santa Cruz de la Sierra. Conocida como la capital de los Andes, La Paz es una de las principales puertas de ingreso al país.
Y no hay mejor manera de conocer esta ciudad que recorrerla a través de Mi el teleféricoSeilbahnTeleférico, la red de transporte público por cable más amplia del mundo. Con diez líneas que conectan distintos puntos de la ciudad de La Paz y de El Alto, la red de Mi Teleférico ofrece un recorrido de más de treinta kilómetros de trayecto a una altitud de 3600 a 4000 metros sobre el nivel del mar. Las vistas de la ciudad desde las cabinas son simplemente espectaculares, especialmente del nevado Illimani, de las la ladera(hier) Berghangladeras de La Paz y de las montañas de la cordillera de los Andes que circundarumgebencircundan la ciudad.
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