Carlos Saura, el poder de la imaginación​

La la imaginaciónVorstellungskraft​imaginación es más rápida que la la velocidad de la luzLichtgeschwindigkeit​velocidad de la luz”, esta cita resume lo que fue el trabajo artístico de Carlos Saura, director de cine, fotógrafo, el/la novelistaRomanautor/innovelista, así como director de ópera y de teatro.​

La cita forma parte de la nota que leyó la actriz Eulalia Ramón, la última esposa de Saura, durante la gala de los Premios Goya —los premios del cine español—, celebrada el 11 de febrero en Sevilla.​

Saura iba a recibirsollte bekommen​iba a recibir el Goya de Honor en la gala, pero falleció justo un día antes, el 10 de febrero, a los 91 años, en su casa de Collado Mediano (Madrid). Toda la gala de los Goya se convirtió en un homenaje al director. Así, la actriz francesa Juliette Binoche recordó la hermosa escena de los niños bailando la canción “Porque te vas” de Cría cuervos (1976).​

Carlos Saura nació en Huesca el 4 de enero de 1932 y rodó películas durante más de 60 años. Son más de 50 títulos, entre el largometrajeLangfilm​largometrajes, el cortometrajeKurzfilm​cortometrajes y documentales. Saura estar en activotätig sein, arbeiten​estuvo en activo hasta el final; el año pasado estrenarse(hier) Premiere haben​se estrenó su último documental, Las paredes hablan, sobre el origen del arte. Junto a Buñuel, Berlanga y Almodóvar pertenece a los directores más grandes del cine de autor en España y, por toda su trayectoria, es parte de la historia cultural de este país.​

Después de convertirse en un reconocido fotógrafo en los años 50 en España, dar el salto aden Sprung wagen zu​dio el salto al cine y estrenó en 1960 su primer largo, Los golfos, un drama social con el toque(hier) Element, (fig.) Zug​toques neorrealistas. De 1966 es La caza, una alegoría de la guerra civil española, premiada en el Festival de Berlín. Saura empieza a ser la referencia del cine de autor de España, muchos lo llamaban el Bergman español. Su época más relevante es, probablemente, la de finales de los 60 y los 70, en la que consiguió un retrato cifrado y simbólico de los últimos años del franquismo en España: Peppermint frappé (1967), Ana y los lobos (1973) o Cría cuervos son algunos de sus títulos fundamentales.​

En Los golfos Saura ya usaba la música del flamenco, y el cine musical es quizá el segundo género por el que se le recordaráweswegen er in Erinnerung bleiben wird​por el que se le recordará: Bodas de sangre (1981), Carmen (1983), Flamenco (1995) o Tango (1998) son películas inconfundibles con las que Carlos Saura revolucionó el cine musical gracias a su curiosidad y al poder de la imaginación.​