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    Especial LOS ANDES. Glaciares: Hielo y vida

    INTERMEDIO
    Ecos 4/2022
    Gletscher
    © 2013 kavram / Shutterstock
    Von Hernán Neira

    Los el glaciarGletscherglaciares andinos se están derretirseschmelzenderritiendo y solo los científicos y los montañistas lo ven. Solo ellos, porque la mayoría de los hielos de la Cordillera están en las cadenas de montañas más altas o en lugares de difícil acceso, en lugares apenas visibles desde las grandes ciudades. Sin embargo, desde Tierra del Fuego hasta Alaska, la vida en América ha dependido y depende de esos glaciares, cada vez más escasos. Para las montañas y la vida en las montañas, las fronteras entre los países tienen escasa importancia. La cordillera de los Andes es como un gran país que regula, sin decirlo, el clima de un continente entero. Y, por medio del clima, regula la vida de millones de personas.

    Los vientos

    Hagamos un esquema y limitémonos a América del Sur. Hay la corriente de vientoWindströmungcorrientes de viento, constantes y rápidas, que trasladar(hier) transportierentrasladan el aire húmedo del océano Pacífico hacia el lado oriental de América. En los lugares más bajos, se mezclan con vientos locales y, en alturas intermedias, encuentran el el obstáculoHürde, Hindernisobstáculo de la cordillera. Los Andes son una gran barrera para ese viento. Entonces, empujado desde el océano Pacífico, sube y se enfría en las la laderaHangladeras andinas, formando nubes que traerán lluvia o nieve. Ese proceso, que ha variado poco durante miles de años, está cambiando. El hielo de los glaciares, que se derrite durante el verano, ya no se recupera con la nieve del invierno. Entonces, los glaciares disminuyen su extensión y su el espesorDickeespesor. Y, como son más pequeños, traspasar(hier) abgebentraspasan menos frío al aire mientras sube. Eso, a su vez, reduce la caída de nieve. Es un el círculo viciosoTeufelskreiscírculo vicioso. Así, amplias áreas de América se están volviendo áridas.

    Una parte importante de los Andes es de origen volcánico. Hay grandes montañas recubierto/abedecktrecubiertas con rocas y antiguas cenizas que llegaron de muy lejos, tras erupciones volcánicas gigantes. Sus colores son tan variados e intensos como el arcoíris. En las grandes alturas, el clima extremo y el sol impiden que se forme la vegetación y, por lo tanto, no hay una capa de tierra, sino solo rocas y arenas volcánicas. Es como un desierto, frío, pero multicolor, donde no hay agua: cuando la nieve se derrite, muchas veces es tragada por las arenas volcánicas o baja en un el torrente(hier) Sturzbachtorrente entre las rocas.  

    En Chile y Argentina, la nieve que se acumula en las montañas permite el el riego agrícolalandwirtschaftliche Bewässerungriego agrícola durante los meses de verano de todos los valles andinos. Amplias zonas de ambos países, tal vez las más fértilfruchtbarfértiles, dependen de la nieve que se derrite lentamente. Desde antes de la Colonia, los indígenas fundaban sus poblados en la ribera de esos ríos. Después, los españoles ocuparon esos lugares, justamente porque la agricultura indígena era la garantía de que se podía subsistir(hier) lebensubsistir en esos valles. La cultura de montaña de los antiguos indígenas del Perú o de la la mesetaHochebenemeseta compartida entre Bolivia, Chile y Argentina, no fue bien acogido/awurde nicht gut aufgenommenno fue bien acogida por los estados modernos, que creyeron resolver todo con la tecnología. Todavía hoy, los ríos andinos son garantía de subsistencia. La ciudad de Santiago de Chile está entre dos ríos: el Mapocho y el Maipo. Ambos regarbewässernriegan el valle de la Región Metropolitana y, sobre todo, son la fuente de agua, gracias a la nieve que se derrite durante los veranos, cada vez más largos y secos.

    A media altura, en Chile y Argentina, más o menos entre los 2500 y 4500 metros sobre el nivel del mar, hay muchas pequeñas lagunas, que son como oasis en medio del desierto. Esas lagunas son de gran riqueza biológica. Alrededor de ellas, se forman el humedalFeuchtgebiethumedales, que atraen al el pato andino piuquénAndenganspato andino piuquén (Chloephaga melanoptera), a la la ranaFroschrana andina (Alsodes montanus) y a otras especies. Antiguamente, llegaban también a ellas los pumas (Puma concolor), que buscaban el/la herbívoro/aPflanzenfresserherbívoros para su alimentación, como el guanaco (Lama guanicoe), pero ambos fueron tan cazados, por diversión, que hoy solo se los encuentra en lugares aislados o muy lejos de los poblados humanos. La alta cordillera, vista de cerca, tiene una vida muy intensa, concentrada en las pequeñas lagunas y humedades.

     

    Lea el reportaje completo sobre los glaciares en el Especial sobre LOS ANDES en ECOS 04/22.