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    Los casos de Emilia Cos: Pájaros de mal agüero

    INTERMEDIO
    Ecos 7/2021
    Die lustigen alten Damen im Retiro schienen keine stymphalischen Raubvögel zu sein
    © Sascha Pollach
    Von Rosa Ribas

    Todos los días salgo con Perro a dar un largo paseo por el parque del Retiro. Esa tarde había poca gente porque el cielo estaba cubierto de nubes negras. avecinarse(Gewitter) aufziehenSe avecinaba una tormenta. La humedad del aire agravarverschlimmernagravaba el reúma de Perro, por eso, caminábamos despacio, lo que me venía bien, porque necesitaba pensar un poco. Yo estaba obsesionado por encontrar para Emilia casos que se parecieran a los míticos trabajos de Hércules. El sexto me tenía completamente bloqueado. Se trataba de cazar a las aves del Estínfalo, unos pájaros malvado/abösartigmalvados que tenían picos, garras y alas de bronce, que destruían las cosechas y devoraban a los humanos. ¿Dónde iba a encontrar algo similar?

    Las nubes, como mi humor, eran cada vez más oscuras. Decidí que sería mejor ir volviendo a casa. Perro me seguía con un palito en la boca. Apenas quedaba nadie en el parque, por eso, me llamó tanto la atención que en un banco siguieran sentadas tres mujeres mayores, que parecían no darse cuenta del viento húmedo que anunciaba la tormenta inminenteunmittelbar bevor-stehendinminente. Iban vestidas de negro y hablaban entre ellas con las cabezas muy juntas. Al verlas, pensé que parecían pájaros de mal agüero, como los cuervos. Por un momento creí que la suerte me enviaba lo que estaba buscando, las terribles aves del Estínfalo, pero al pasar por delante del banco, esta ilusión desvanecerseverschwinden, sich auflösense desvaneció, porque parecían, de entrada, muy simpáticas.

    –¡Mira, qué perrito más simpático! –dijo una de ellas con alegría al vernos pasar.

    –¿Cómo se llama? –preguntó otra.

    –Perro –respondí.

    –¡Un perro que se llama Perro! –dijo la tercera.

    Y las tres estallar en risasn Gelächter ausbrechenestallaron en risas. Perro parecía más bien ofendido porque empezó a gruñir(Hund) knurrengruñir.

    –¡Uy! ¡Qué mal carácter! –dijo la primera riendo.

    –Como Margarita, la pobre –dijo la segunda.

    –Sí, la pobre –la tercera lloraba de risa–. ¡Se murió!

    –¡Qué mala eres! –dijo la primera.

    Risas de las tres.

    Las carcajadas ponían, por lo visto, nervioso a Perro, cada vez más agresivo. Tuve que llevarlo tirando de la correaan der Leine fortziehenllevármelo tirando de la correa.

    Había algo extraño en esas tres mujeres, en sus risas, pero de ahí a que...von da bis...de ahí a que recordasen a las crueles aves del Estínfalo había un gran el trechoStrecke; Stücktrecho.

    Al volver a casa, le conté ese inquietantebeunruhigendinquietante encuentro a Emilia, que observaba a Perro con curiosidad.

    –¿Y dice que Perro se puso muy agresivo?

    –Sí. Y yo me sentía incómodo. Eran raras. Esa forma de reír sin sentido…

    Emilia se quedó pensativa mirando por la ventana la tormenta que caía sobre Madrid. (...)

     

    Lea la historia completa de Los trabajos de Emilia Cos: Pájaros de mal agüero en nuestro número 07 / 21.

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